Cámaras ocultas dentro de una granja lechera en los estados unidos exponen el abuso sádico hacia las vacas y sus crías. Esta investigación encubierta de Mercy For Animals muestra lo que algunos trabajadores le hacen a los animales cuando creen que nadie está mirando.

Las personas con tendencias psicópatas o sádicas pueden encontrar atractivo trabajar en mataderos o granjas industriales, ya que esto les permite mitigar su necesidad de violencia sin repercusiones sociales o legales. Sin embargo, muchos de estos trabajadores son simplemente personas normales que dependen de estos trabajos para ganarse la vida.

Los trabajadores que no se complacen en dañar a los animales, no pueden permitirse tener empatía por los animales con los que trabajan, ya que eso les causará una angustia severa y hará que mentalmente sea imposible hacer el trabajo. Este bloqueo mental que los trabajadores ponen entre ellos y los animales con los que trabajan es la razón por la cual a estos animales casi nunca se les muestra misericordia.

Los trabajadores de agrícoltura animal están obligados a tomar parte en prácticas estándar que lastiman a los animales, como inseminar a las hembras en contra de su voluntad, sacar a los bebés de sus madres, marcar numeros con acero ardiente, quitar cuernos sin anestesia, matar o deshacerse de animales no deseados y mucho más. Es por eso que es importante que no culpemos a los trabajadores, sino que analicemos honestamente la industria en la que trabajan.

A medida que más personas dejen de comprar productos lácteos y comiencen a comprar productos de origen vegetal, estarán disponibles nuevos empleos que no requieren torturar animales. Esto beneficiará tanto a la mayoría de los trabajadores que no quieren lastimar a los animales (aún tienen que hacerlo) como a los animales mismos.